ES FÁCIL PARARSE EN UNA ASAMBLEA Y DECIR LO QUE LA GENTE QUIERE ESCUCHAR.
Compañeros:
El lunes recién pasado vivimos otra Asamblea de Escuela, en la que nuestros dirigentes intentaron rellenar el espacio con vagas apreciaciones de por qué adherir a otra movilización. ¿Movilización? ¿De donde salió esta movilización? ¿Por qué? Se preguntaban muchos.
La realidad es que nuevamente nuestra Escuela se ha quedado atrás en una discusión que ya lleva cerca de un mes circulando, con un petitorio que deja mucho que desear, que nace desde las cúpulas dirigenciales de la CONFECH, y en el cual nosotros como estudiantes poco hemos intervenido.
Llama la atención la desfachatez de nuestros propios dirigentes a la hora de referirse a esta convocatoria, incluso algunos criticando la forma en que este se ha llevado a cabo. Lo que quedó claramente demostrado tanto en la Asamblea de Escuela, como en el Consejo de Representantes (viernes 7 de mayo). Como si la responsabilidad de socializar un tema que nos corresponde a todos discutir fuese de un ente abstracto e incorpóreo, al cual es mejor no referirse en concreto.
La realidad es otra. Los mismos dirigentes que ayer manifestaron su disconformidad con este proceso, aunque lo apoyaban plenamente, son los responsables de que la información no haya sido discutida en las bases. La inoperancia dirigencial de los que dicen representarnos es evidente y parte desde la misma Fech y los grupos políticos que la conforman (JJCC y Autonomistas, fundamentalmente) preocupados más de “arreglos cupulares” que de promover una discusión a fondo de las problemáticas que hoy aquejan a la Educación de nuestro país y a nosotros como estudiantes.
Esto se materializa en la falta de diligencia por parte de nuestros consejeros Fech, Pablo Delgado (Arrebol), Nicolás Facuse (EE.PP.), Jorge Mera (Ind.) y Felipe Serey (CDU) que no han llevado a cabo su trabajo esencial como consejeros: mantenernos informados y preocuparse por la difusión y socialización de estos temas.
Así también hacemos patente la pasiva actitud de la mesa Centro de Estudiantes controlada por la Izquierda Socialista y del Consejo de Representantes, ante la coyuntura actual, que ha desembocado en la nula participación crítica de nuestra facultad en este proceso.
Es impresentable que en todo este tiempo no haya existido la voluntad política de los grupos antes mencionados de socializar estos temas, y ahora, cuando nos necesitan para aglutinar masas, se paran frente a nosotros, diciendo que debemos sumarnos a un proceso que ellos mismos han dirigido a su arbitrio desde los altos cielos, dándonos la espalda.
Debemos destacar que el petitorio de la CONFECH es un listado de demandas gremiales y en gran parte sencillas de cumplir por las autoridades, que no alcanzan a rozar los temas relevantes de Educación, y nos dejan en pésima posición para disputarlos a futuro.
Como NODO, hemos intentado promover la discusión crítica de este paupérrimo petitorio, publicándolo en el hall de nuestra facultad con una invitación a discutir. Esta convocatoria fue truncada por el llamado a Asamblea de Escuela.
Como organización, más allá de esta acción, no podemos hacernos cargo, solos, de un trabajo que hasta ahora ha sido tarea de los órganos institucionales estudiantiles, y que no fue llevada a cabo.
Hacemos entonces un llamado enérgico a los estudiantes; debemos tomarnos estas atribuciones y participar activamente en el proceso, de manera crítica, con miras a generar propuestas y demandas reales que nazcan de un proceso de discusión. Este debe ser iniciado de una vez por todas, con un trabajo en conjunto que trascienda los arreglos políticos de unos pocos, los pocos de siempre.
Por esto llamamos a votar SI al paro del día miércoles, no para avalar una movilización ficticia, sino que para iniciar este proceso de discusión y construcción de posturas, demandas, propuestas. Que no sea un paro para descansar en casa, si no que toda persona que vote SI, pueda y deba, desde las 8.00 en nuestra facultad, discutir a fondo nuestras posiciones en esta movilización. No seamos nunca más los títeres de una dirigencia inoperante, que nos quiere utilizar para sus fines. Tomemos un nuevo rumbo, claro y definido, de participación crítica en un proceso que nos toca hacer nuestro.
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